“Ha llegado el tiempo de revalorizar a los camélidos”

El Año Internacional de los Camélidos 2024 ha comenzado de manera oficial. Este 4 de diciembre, en Roma, Italia, en la sede de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), se realizó el lanzamiento de este importante año que fue promovido por el Estado Plurinacional de Bolivia, a fin de que el mundo reconozca y valore el aporte que estos animales hicieron y hacen a los pueblos, en especial aquellos que habitan en climas extremos como los desiertos y las alturas. 

Actualmente el Estado Plurinacional de Bolivia funge la con presidencia del Año Internacional de los Camélidos conjuntamente el Reino de Arabia Saudita.

“Ha llegado el tiempo de reconocer que los camélidos son seres de inquebrantable energía y cumplen un rol protagónico en la construcción de civilizaciones desde hace 45 millones de años. Hoy, al inaugurar el Año Internacional de los Camélidos, asumimos la tarea de sensibilizar al mundo sobre las manifestaciones de vida con la memoria genética, así como difundir su aporte a la vida cotidiana de nuestros pueblos”, mencionó el Vicepresidente del Estado, David Choquehuanca. 

El Vicepresidente  Choquehuanca encabezó la delegación boliviana que participó en el lanzamiento oficial, junto a la Ministra de Relaciones Exteriores, Celinda Sosa, y el Viceministro de Relaciones Exteriores, Freddy Mamani. El lanzamiento se realizó en el marco del 174° Consejo Ejecutivo de la FAO, para informar a la comunidad internacional sobre la importancia de los camélidos. 

El Año internacional de los Camélidos fue declarado como tal por la Asamblea General de las Naciones Unidas a través de la resolución A7RES/72/10, en diciembre de 2017, con el objetivo de crear conciencia sobre la importancia económica y cultural de estos animales, fomentar el consumo de productos que se obtienen de ellos y contribuir a la erradicación del hambre, la inseguridad alimentaria y la malnutrición, y en el uso sostenible de los ecosistemas. La Resolución invita a la FAO a facilitar la implementación de este año en colaboración con los gobiernos, organizaciones internacionales y regionales y otras partes interesadas, como ser instituciones académicas y científicas, entre otras.

En el lanzamiento del Año Internacional de los Camélidos, el Vicepresidente Choquehuanca manifestó también que estas especies son víctimas de la crisis y la injusticia climática; enfrentan amenazas a su hábitat, la escasez de agua en su pastoreo y las fluctuaciones del precio de la fibra. 

En ese marco, Choquehuanca convocó a la comunidad internacional y a los pueblos del mundo a reparar este daño a través de la realización de la Asamblea de la Tierra para fomentar los pilares de la cultura de la vida ante la amenaza que representa la inteligencia artificial. 

La importancia de los camélidos para los pueblos

En el mundo existen seis especies de camélidos, de las cuales cuatro se encuentra en Sudamérica: las llamas, alpacas, vicuñas y guanacos. Estos animales son considerados como mamíferos autóctonos y únicos en el continente americano y en Bolivia. Durante la época prehispánica, representaron la principal cría de ganado para los pueblos indígenas de la región. 

“Los camélidos son para Bolivia los reyes de los desiertos y de las alturas; es por eso que está dentro de nuestro símbolo más importante, como es el escudo nacional”, subrayó la Ministra de Relaciones Exteriores, Celinda Sosa, durante su intervención en el evento de lanzamiento. 

La Ministra agregó que en el continente sudamericano, desde antes de la vida republicana, estos animales sirvieron para la comunicación entre pueblos, para el transporte de carga, la provisión de fibras para la producción de vestidos, así como una fuente de alimentación. 

En Bolivia, estas especies, habitan en un gradiente altitudinal que oscila entre los 6 mil a 3 mil metros sobre el nivel del mar, desde las cordilleras hasta el chaco boliviano, donde los pueblos aprovechan su carne, fibra y cuero, así como para el transporte de carga. 

En algunos casos, especies como la vicuña, habitan en total silvestría, siendo que, para el aprovechamiento de su fibra, las comunidades emplean prácticas ancestrales como el chaku, que implica la captura, esquila y liberación posterior de estos animales. 

Las otras dos especies de camélidos, los camellos y dromedarios bactrianos, se encuentran en la región del Viejo Mundo, donde también son cruciales para la vida nómada y las comunidades que viven en zonas áridas y semiáridas. En estas regiones, estos animales tienen la capacidad de sobrevivir  sin agua durante largos períodos de tiempo.